Los hornos de peletización de la planta consumían petróleo pesado (HFO). El industrial expresó el deseo de pasar a un combustible alternativo. Nuestro equipo contempló dos posibilidades: el gas natural y el petróleo pirolítico (RFO).
Con el fin de tomar una decisión fundada, BMA estableció los impactos de tal conversión en el suministro, los rendimientos globales, las emisiones resultantes, así como las modificaciones que deben preverse en las instalaciones, más específicamente a nivel de los quemadores y auxiliares.
Desafío particular en este proyecto para BMA: Determinación del impacto en la capacidad de los ventiladores. En efecto, un horno de peletización es un proceso complejo con varios ventiladores que funcionan en sincronización entre sí. Un análisis de los datos de la planta determinó el margen disponible en cada ventilador para los diferentes grados de producto.