Como parte del proyecto para aumentar el rendimiento de la línea de producción, los industriales querían obtener una mayor capacidad frigorífica para los tarros de salsa. La temperatura inicial es de 195°F [91°C] y la temperatura final máxima que hay que alcanzar es de 100°F [37.8°C].
En primer lugar, era necesario realizar un diagnóstico preciso de la potencia frigorífica actual para determinar si era posible alcanzar la nueva potencia frigorífica.
La conclusión de este estudio preliminar mostró que el equipo de enfriamiento no tenía la capacidad para satisfacer la necesidad.
Por consiguiente, BMA tenía la responsabilidad de diseñar un nuevo sistema. Se realizó un cálculo tridimensional de enfriamiento transitorio para determinar la capacidad requerida del sistema de riego. El estudio también permitió dimensionar el túnel de enfriamiento y determinar el número, capacidad y disposición de los aspersores.